martes, 11 de diciembre de 2012

Púlpito

La palabra ambón viene del latín tardío ambonem, a su vez del griego ambonos, que significa superficie curva y que era su forma originaria. Es un mueble litúrgico situado siempre en una posición elevada en el interior de la iglesia y separado del presbiterio. Desde él se proclamaba la Palabra de Dios, se predicaba y se recitaba el Credo. En las iglesias cristianas del s. IV ya existía un lugar elevado para la lectura y proclamación de la Palabra de Dios, donde debían subir el diácono y el lector. 

La función principal del ambón fue la proclamación de la palabra de Dios, en las lecturas del Antiguo Testamento, de las Epístolas o de los Hechos de los Apóstoles, de los Salmos y del Evangelio. Según los antiguos testimonios, el ambón podía tener varios niveles, dependiendo de la lectura.

Púlpito, s. XVIII

La pieza superior se denomina tornavoz y sirve como caja de resonancia para proyectar mejor la voz del lector o predicador, de ahí su nombre. En este caso se representa a la paloma, símbolo del Espíritu Santo, que asiste al sacerdote predicador en su homilía para evangelizar y acercar la Palabra de Dios a los fieles.

Este púlpito se decora con taraceas de mármoles de colores y es obra de mediados del s. XVIII al igual que el tornavoz, realizado en madera tallada y dorada. Igualmente destaca el crucifijo que se encuentra en la cátedra con marco dorado, todo ello contemporáneo al retablo.
 
 
 
Bibliografía:
Alonso de la Sierra Fernández, 2006.
Giorgi, R. 2005