
El pasado Miércoles, el Testimonio del Misionero Antonio, Hermano de la Salle, dio comienzo a una serie de actos que han contado con una importante participación no solo de la feligresía, sino de otras zonas de la capital, que han querido sumarse a la lucha “contra el Hambre”.
El pasado Jueves, se celebró una Vigilia de Oración con Exposición del Santísimo, dirigido por el P. Oscar y el Vicario Parroquial, con lectura meditada de la Palabra, así como, de algunos textos extraídos de la encíclica “Laudato Si” del Papa Francisco.
En la tarde-noche del pasado Sábado, se celebró, un año más, la tradicional y simbólica “Cena contra el Hambre”, donde se puso bastante “celo” en la decoración de las mesas, cada una de las cuales, contenía edificios u otros objetos representativos de cada continente. Los participantes, fueron distribuidos por cada uno de los continentes, según los índices actuales de distribución poblacional mundial. Así, las mesas “negras” de Asia y África albergaban el 60% y 15% de los asistentes, la “Verde” de Iberoamérica un 8% y las “doradas” de Europa y Norte América el 10 y 6%, respectivamente. Con un austero menú, que consistía en bocadillo y pieza de fruta, se simbolizó la dieta básica por invitado, que sería necesaria para cubrir las necesidades vitales, y no padecer “hambruna”. No obstante, el reparto de estos alimentos, no fue del todo “equitativo” en cada una de las mesas.

Este desigual reparto, aunque no ficticio, fue el argumento de la dinámica teatralizada que llevó a cabo una de las voluntarias, que hizo reflexionar a los asistentes sobre la situación mundial de desigual reparto y despilfarro de alimentos, y la necesidad de adoptar una actitud de compromiso para su erradicación. Una situación, de la cual paradójicamente se deriva que más de 800 millones de personas en el mundo pasan hambre extrema, a pesar de haber alimentos suficientes para alimentar casi al doble de la población mundial. Una situación que el propio San Juan Pablo II denominó como la “paradoja de la abundancia”. La Velada concluyó con la visualización del video oficial de la 58 Campaña de Manos Unidas.
También los más pequeños, los niños de catequesis de Iniciación y Comunión, se comprometieron y le plantaron cara al Hambre en la mañana del pasado Sábado, con una celebración litúrgica, donde además, hicieron una representación teatralizada del reparto desigual de Alimentos en el mundo, y se comprometieron a ser solidarios y cambiar hábitos de consumo, potenciando las “Tres R (reducción, reutilización y reciclaje).
Además, los pequeños acompañados de padres y catequistas pudieron visitar la Exposición de Manos Unidas “El Despilfarro Alimentario” que la parroquia acogió desde el pasado Jueves.

Durante toda la semana, el grupo de voluntarias ha puesto un pequeño punto de venta de los materiales de la 58 Campaña. Gracias a la colecta y donativos recaudados en estos actos, se financiarán los proyectos que la Delegación de Manos Unidas tiene concedidos para este curso en la India y Madagascar, entre otros.

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